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El ambiente del invernadero puede ser excelente para la producción de una amplia gama de cultivos, pero también es muy propicio para la propagación de plagas y enfermedades. Por ello, deben tomarse todas las medidas tendientes a evitar el ingreso de insectos dañinos a los cultivos, de hongos, bacterias, virus y nematodos, y a eliminar los que estén dentro del invernadero.
Antes de iniciar cada ciclo productivo, aún siendo nueva la estructura, se tendrá que asperjar el invernadero por dentro y por fuera, así como las zonas adyacentes y vegetación circundante (pasto, arboles, rompe vientos, caminos, etc.).
Antes de realizar la aspersión química de la estructura, es conveniente mojar el piso y bajar las cortinas durante tres a cinco días, para elevar la temperatura y desinfectar de forma natural.
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Sanitización para el ingreso al invernadero
Uno de los vehículos de contaminación más frecuente y común es por medios mecánicos, como lo es la contaminación por ropa, manos, calzado, herramientas, joyería, sombreros, etc., que al ingresar al invernadero pueden llevar los agentes patógenos impregnados, por lo que es indispensable la sanitización antes de ingresar al invernadero.
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